La policía detuvo ayer por la tarde a un hombre que estaba prófugo, acusado de ser el autor de varios focos de incendio que azotaron la zona de Alpa Corral la semana anterior.
La orden de captura había sido librada por el fiscal Julio Rivero la semana anterior, pero el sujeto se había escapado de su casa y recién ayer por la tade se pudo lograr su detención.
Se trata de Rolando Antonio Arrieta (41), apodado “El Trinchi”, quien fue mencionado como la persona que prendía fuego ni bien los bomberos sofocaban las llamas.
Desde la jefatura local de la Policía de la Provincia, el comisario mayor Angel Domínguez explicó a PUNTAL que el día 9 del corriente los bomberos se encontraban trabajando en un frente de fuego originado en un campo propiedad de Brígido Gómez, ubicado a 8,5 kilómetros al noroeste de la localidad serrana.
Fuego intencional
“Allí, mientras los bomberos apagaban las llamas, pasado un tiempo relativamente corto se reiniciaba el foco de incendio, lo cual hacía sospechar que alguien intencionalmente lo estaba encendiendo”, explicó el jefe policial.
Incluso, dijo Domínguez, los bomberos habrían observado a una persona y brindaron algunas características del mismo.
Avanzando en la investigación, ya que los inicios intencionales de los focos de fuego
continuaban, se recabaron nuevos testimonios que señalaban al sospechoso como quien iniciaba los incendios que arrasaron con decenas de hectáreas en esa zona serrana.
“Con los elementos de prueba recolectados en el sumario policial, el fiscal de turno ordenó la detención del sospechoso, quien inicialmente no pudo ser ubicado, librándose la orden de captura. Hoy (por ayer) a la tarde el personal policial logró su detención y se ordenó el traslado para ponerlo a disposición de las autoridades judiciales”, expresó Domínguez.
Arrieta vive en la localidad de Alpa Corral y contaría con antecedentes delictivos por hechos dolosos, que incluirían otro caso de incendio.
El detenido fue conducido inicialmente a la dependencia policial de Alpa Corral, donde fue identificado, fichado y prontuariado, tras lo cual se procedió a su traslado a Río Cuarto.
La ley prevé penas (artículo 168 C.P.) entre 3 y 10 años de cárcel.
