El Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia recuerda la nefasta fecha del golpe de Estado cívico-militar perpetrado el 24 de marzo de 1976. Este viernes será, pues, una nueva conmemoración, sobre todo en recuerdo de las víctimas de la dictadura más sangrienta de la historia argentina, que pretendió elevar el terrorismo de Estado a la categoría de virtud.
Memoria de las persecuciones, torturas, vejaciones, aberraciones y crímenes, de tanta muerte y desaparición de personas, como reafirmación de la verdad y la justicia frente a las calamidades sufridas durante un septenio funesto.
Memoria del autodenominado Proceso de Reorganización Nacional, que no fue otra cosa que un régimen genocida, al que le debemos también la desventura de la Guerra de las Malvinas.
Memoria en la convicción del “Nunca más”, proclamada por el doctor Julio César Strassera, el fallecido fiscal acusador en el juicio contra los integrantes de las juntas militares, cuyos jerarcas se sucedieron en el poder entre 1976 y 1983. A cuarenta y un años de aquel ominoso tiempo del desprecio, como el título de la novela de Osvaldo Soriano, “no habrá más penas ni olvido…”.