Y EL FUEGO NO PUDO…

La incipiente humareda se avizoraba a lo lejos, hacia el norte de Alpa Corral. Era un indicador inequívoco de que el fuego, a pesar de los esfuerzos de prevención ambiental, pero favorecido por el clima seco y el intenso viento, se había iniciado y estaba ganando una amplia zona de arbustos y pastizales, a 3 kilómetros de nuestra localidad.

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